Brizna de utopía

15 de julio de 2011

"La utopía en Diego Jesús siempre es un lugar de origen más que de destino". Ángel Luis Luján. El libro Bajorrelieve plasma, en su arranque, "la centralidad del arte a la hora de explicar la posición del hombre en la existencia y en la historia". En ese suceder, la utopía es "producto del juego entre el tiempo y la representación, (...) tensión entre el arte, que debe ser eterno, y la historia, que se presenta fugaz".
La tentación totalitaria de la utopía es evidente, como refleja Kundera, y casi, diría yo, de la ilustración entera. Pero no desde el dieciocho, sino desde que Platón situó en la república aristocrática el mejor de los gobiernos. Tal vez por eso no recuerdo qué autor decía en una entrevista, hace algunos años, que comenzaba a preferir la quimera como horizonte. Pero si de partida mantenemos la utopía, todo sigue encajando. Aun con el peligro que conlleva, como uso y constumbre, y, sobre todo, como impulso moral, habrá que seguir reivindicándola para introducir un palo en la boca de las fieras.