Brizna de cetáceo

7 de enero de 2016

“El hombre tiene siempre el deseo de algún objeto monstruoso. Su vida sólo tiene valor si la somete por completo a esa búsqueda”. Jean Giono, Homenaje a Melville. La oscuridad no se ve, se oye y se palpa. Nos apoyamos en el arte como en una pared -la quinta pared-. Lo usamos para conjurar el ser pulsional que somos, y levantar, en el edificio de la representación simbólica, una habitación para el deseo. Giono se deja llevar paseando y leyendo Moby Dick. “Tal como se afirma varias veces en ese libro, y de manera más bella de lo que jamás podrá decirse, cuando se arponea a la ballena hay que seguir su rastro; cuando se hunde hay que esperarla”. Somos espías disfrazados de personas. Y también podemos ser ballena, o sea, arponeados.