Brizna de Hawking

14 de marzo de 2018

“Las palabras que ha emitido Stephen Hawking, el Einstein de nuestros días, durante una conferencia, me han hecho recordar ciertas ideas del taoísmo esencial. Hawking dijo que al final de su conferencia iba a callar, a no hablar más –ni a hacer pensar más a los oyentes- para no seguir aumentando el desorden cósmico o entropía. Si hasta la palabra va contra la armonía del universo, ¿qué desordenes no provocarán los ruidos de todo tipo, las contaminaciones, las guerras?”. Antonio Colinas, Tratado de armonía. Las balanzas deberían disponer de múltiples platos. A un lado, uno; al otro, el resto. El único patrón de masa útil es la materia inconsútil de lo que no pesa y, además, tiende a elevarse. “Cualquier tipo de desarmonía  (…) desequilibra la armonía universal. Qué bien se comprende la fértil y dura solución taoísta: el silencio”.